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Mensaje para la Pascua del Obispo Vicente Bokalic

17 abril, 2017

Pascua_AutorMarioCorre_AciPrensa

PASCUA. SI A LA VIDA

Cristo ha RESUCITADO es nuestra Esperanza.

Dinos “María Magdalena, ¡que viste en el camino? He visto el sepulcro del Cristo viviente y la gloria del Señor resucitado….Ha resucitado Cristo, mi esperanza y precederá a los discípulos en Galilea” (secuencia de la Pascua) “Porque buscan entre los muertos al que está VIVO”. Vayan a GALILEA y allí lo verán!

En Galilea comenzó una hermosa historia de encuentro con Jesús que los llamo a ser sus amigos, discípulos y misioneros. Ahora les espera para manifestarse plenamente como SEÑOR DE LA VIDA. No habían entendido el mensaje de sufrimiento, de cruz, de muerte del Mesías. NO entendieron que el camino del Amor pasa por total anonadamiento y Cruz. Abandonaron al Maestro y Amigo y por ello se dispersaron.

En Galilea comienza una NUEVA HISTORIA, que trasciende los límites de la Palestina para irradiar al mundo entero. Vayan a todos los pueblos, razas y culturas: vayan y anuncien lo que “vieron, tocaron, escucharon….” Vayan! Es para todos y en toda la historia. Todos los pueblos tienen derecho de conocer esta bella historia de Amor y Vida. Todos los pueblos de la tierra y toda la historia tiene derecho conocer esta gran Buena Noticia. Un Dios que se hizo pequeño, débil, que asumió toda la condición humana –menos el pecado- ha vencido al enemigo más grande de la humanidad. LA MUERTE HA SIDO VENCIDA.

Estamos llamados a la vida y una VIDA PLENA. “Para eso he sido enviado para dar Vida y Vida en abundancia”. En cada PASCUA escuchamos estas palabras de Jesús. Vida, aspiración más grande de todos. Vivir y vivir con dignidad, vivir para siempre, vivir con sentido! Todo esto es la Resurrección de Jesús. Quiere que vivamos con Él y para siempre.

Galilea lugar de encuentro. Galilea de las naciones, de los paganos, los discriminados y mal vistos. Jesús que se aparece a las mujeres: vayan a comunicar la Buena Noticia. Insiste dos veces ….partan con prontitud, sin perder tiempo. Salen corriendo –con temor y alegría- a buscar a los discípulos. Vayan a GALILEA.

También nosotros recibimos esta Buena Noticia: vamos todos a Galilea para ver al Señor. Pero…en verdad queremos ver a Jesús Resucitado?

La Galilea son las periferias de nuestra vida: las existenciales y las geográficas. Debemos salir y no esperar. Debemos ponernos en camino y no instalarnos y acomodarnos en nuestros lugares y posiciones. Debemos salir de nuestros aislamientos, miedos, seguridades, de nuestros proyectos muy egoístas y de grupitos de poder, de bienestar frívolo, de cálculos mezquinos, de refugios donde nos sentimos bien y no miramos tanto dolor y marginación que nos rodea. Dejar nuestra indiferencia e insensibilidad que empobrece nuestra vida, por más que estemos rodeados de cosas. Salir y caminar: a dónde? A Galilea: lugar y situaciones. Lugar de los pobres y de nuevas pobrezas. Allí nos espera el Resucitado.

Jesús eligió a dos pobres mujeres para revelarles la noticia más grande de la Historia. Él en su caminar por la Palestina, en muchas oportunidades les hablo e incorporó a los misterios del Reino. A las que estaban excluidas y despreciadas, las escucho, atendió, les mostro su amor y las integro en su comunidad misionera. A las que no tenían palabra las hizo primeras evangelizadoras. Les dio un lugar activo en su comunidad. Superando miedos salieron corriendo, rápido a anunciar. Como María cuando fue a visitar a Isabel. Presentían que su testimonio no iba a ser creído por los apóstoles, pero arriesgaron y fueron a comunicar. Es que su testimonio se basaba en la experiencia del ver y escuchar al Crucificado que había Resucitado. Arraigadas en el amor de Jesús partieron a proclamar con entusiasmo y ardor misionero.

Jesús eligió a los débiles para hacer su Obra. Nuestras comunidades de la ciudad y del campo, de los centros y de las periferias, tienen vida por la incansable tarea de las mujeres! Cuantas comunidades barriales y rurales han nacido por iniciativa y empuje de la Mujer! Hoy en nuestra Iglesia empobrecida de vocaciones de consagración, son también las mujeres las que toman la iniciativa para echar bases de nuevas comunidades eclesiales en zonas y en medio de gente que están abandonados de los bienes más esenciales. Religiosas, Catequistas, animadoras en comunidades eclesiales, servidoras de enfermos, agentes de Caritas, rezadoras y celebradoras que comparten responsabilidades con sus sacerdotes. La ternura y compasión de Jesús se hace más visible y creíble en los testimonios de entrega fiel de tantísimas mujeres que existen dado mucha vida. Cuantas mujeres llevan en sus brazos y les acompañan a sus hijos con capacidades especiales, con deficiencias. Con ternura de madre los cuidan todos los días!

La Santa Madre Teresa de Calcuta, nuestra querida beata Mama Antula y una multitud de mujeres de antes y de hoy: están en los lugares donde está amenazada la vida y la fe de nuestra gente. En ese corazón materno que palpita en cada corazón de mujer, Jesús sembró la semilla de la Fe y del Amor. Sabía que aquellas que dan y cuidan la vida, están predispuestas para recibir, acoger, en su corazón la gran Buena Noticia. Y que no se iban a quedar mirando y esperando. Hoy una de las periferias y heridas que claman al cielo es la violencia que sufren tantas mujeres en sus familias y en nuestra sociedad. Pero el mismo Resucitado las eligió y dio la misión única: ser servidoras de la Vida poniendo freno a tanto descontrol, injusticias, violencias con el bálsamo del amor.

Pascua es mensaje de Vida y Esperanza. Con la Resurrección de Jesús irrumpió la Vida y debe ser anunciada con palabras y con obras. Sentimos la “sed de sentido, de luz, de paz y verdad” que hay en todo corazón humano. Pero debe ser comunicado por testigos creíbles. Anunciar en tiempos favorables y desfavorables. El Señor que camina delante y en medio de nosotros nos anima con su Espíritu. El nos regala desde su corazón traspasado y herido su Amor que le llevo a la Cruz. Quiere llegar a todos, en especial a los últimos, a los desplazados, a los discriminados, a los que padecen pobrezas y miserias, los que sufren violencia e injusticias, a los que no encuentran sentido a sus vidas: para sanarles, consolarles y decirles; tu vales mucho! Por ti derrame mi sangre para hacerte mi hermano y amigo y mi discípulo amado.

A todo este querido pueblo de Santiago del Estero llegue mi más afectuosa bendición. Que la luz y la alegría de la Resurrección del Señor ilumine a todas nuestras comunidades y familias.

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCION!

+ Vicente Bokalic CM

Obispo de Santiago del Estero

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